Tú y yo

Sonando the time, de los black eyed peas me despierto mareada, sin saber dónde me encuentro. Mirando a mi izquierda me encuentro con una piscina gran piscina iluminada en varios colores, con muchas hamacas vacías. Confusa entre la oscuridad y las sombras, me giro a la derecha para chocarme con tus labios. En seguida, una expresión de sonrisa se dibujaba en mi cara.
Cerrando suavemente los ojos, respiraba hondamente la brisa del mar. Sintiendo una inmensa paz. Únicamente un abrazo tuyo sería lo que me haría despertar.
Abriendo los ojos de nuevo, has desaparecido. Ya no hay olor a mar, las luces y la piscina ya no están. Un mundano sueño junto a mi imaginación me jugaron una mala pasada.
Ahora solo veo mi habitación, iluminada por las farolas que se reflejan a través de la ventana.
De pronto, un tin del móvil desvía mi mirada hacia el mismo. Es un whatsapp tuyo en el que me deseas los buenos días, a pesar de que aún son las 4 de la madrugada.
Aturdida te contesto un simple hola. Un audio, y ahora un audio por qué. Solo hago darle al play para que la pantalla del móvil se vuelva blanquecina. Durante algo más de un minuto intento que el móvil reaccione pero no sirve de nada.

Un toc toc en la puerta termina con mi concentración. Con algo de miedo me asomo a la mirilla y no veo nada. Así que armándome de valor y voluntad, abro la puerta con ímpetu.
Para mi asombro unos ojos cristalinos y una sonrisa entrañable se presentan ante mí. Sin poder ocultar mi cara de sorpresa, me quedo paralizada.
No sé cómo ni por qué. Pero estás aquí  y mi corazón parece querer salirse de mi pecho, porque al fin tú estás aquí.


Comentarios

Entradas populares de este blog

1 día y 2 noches para toda la vida

Historias de Santo Domingo